El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la Mirada de otros no es más que un objeto Verde
que se interpone en el camino.
Algunas personas Ven la Naturaleza como algo Ridículo y Deforme,
pero para ellos no dirijo mi discurso;
y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.
Pero para los ojos de la persona de imaginación,
la Naturaleza es imaginación misma.
Así como un hombre es, ve.
Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas.
Quien así se expresa con tanta elocuencia, belleza y sentido místico de la naturaleza, fue un humilde poeta, pintor y filósofo que falleció en la más absoluta indigencia en la Inglaterra del año 1827, estamos hablando de William Blake.
Alguno de vosotros es posible que no sepa nada acerca de este humilde artista y de ahí este texto y la encarecida recomendación de que degusteís con rumiante observación la maravillosa exposición de pinturas y grabados del artista que el museo de la Caixa Forum está exponiendo en Madrid, y lo hará hasta el próximo día 21.
Para centrar el personaje, diremos que ante todo Blake fue un artesano de la pintura y un místico de la poesía, de aquí que no deberíamos separar al hombre de su creación pictórica, sobretodo sus famosos grabados de su producción poética y filosófica. Pintura y poesía constituyen una gestalt en sí misma, irrepetible, denominada Blake. Su vida estuvo marcada por la pobreza, su estado exaltado del ánimo le hacía tener visiones y murió en la pobreza, sin ser un autor reconocido en su tiempo; asunto por otro lado normal en todos aquellos artistas excepcionales y únicos, donde sus coetáneos no los admiten, no los entienden y son expulsados del sistema establecido. Sin embargo Blake fue el gran inspirador de movimientos artísticos de gran importancia, como los prerrafaelistas y el simbolismo británico.
Blake era un místico, él era claramente consciente de que existía una dualidad en la realidad: por un lado, la materia tal cual es, y por otro, el lado metafórico de la realidad. Esta intuición es lo que muchos estudiosos de la simbología, como Victoria Cirlot, denomina “la doble visión”. El propio Blake nos afirma que toda realidad se puede percibir con el “ojo humano” y con el “ojo del espíritu” y afirma: “cuando alguien mira el sol, solo ve un disco ardiente, mientras que otros ven legiones celestiales descendiendo por él”.
Blake estuvo toda su vida obsesionado por las extrañas visiones que tenía, incluidas las apariciones de su hermano fallecido; sin embargo, su estado de salud mental era coherente, estable y cuerdo y sólo se desbocaba en sus pinturas y su poesía. Blake es el poeta y pintor de la imaginación y de lo imaginario, por ello creó toda una mitología ancestral que pulula por sus grabados. El propio Jung y sus conceptos de lo arquetipal están sustentados en el mismo imaginario que Blake, aunque echo de menos un estudio más pormenorizado de la obra del británico desde la perspectiva de la psicología imaginal. Os recomiento un libro titulado “Blake”, escrito por otro grande de la literatura británica, Chesterton. En este libro, el autor ínglés realiza un interesante y metafórico análisis de la obra de Blake.
Por último, una recomendación, cuando contemples la obra de Blake, arroja prejuicios fuera, contemplala alimentada de su poesía y permanece con la mente abierta y receptiva y comprobarás con asombro, como la fuerza del mundo imaginal del autor, penetra en tí y activa zonas tuyas que antes estaban aletargadas. Desde mi punto de vista, la obra de Blake, es capaz de sintonizar con lo más profundo de nuestro interior. Siento verdadera debilidad por Blake, su obra y su biografía y cuando contemplo sus grabados, siento que se está dirigiendo a mí, que allí hay encerrada una profunda y ancestral enseñanza que el maestro sólo ha depositado para que podamos acceder a ella.
Prueba a dejarte fascinar por Blake (conecta el altavoz para disfrutarlo aún más)