Tenemos la obligación de velar por la adecuada utilización de conceptos, definiciones y términos que nos pueden llevar a engaño y nos apartan del objeto del estudio. Si en algo se caracteriza el método científico desde que Francis Bacon lo definiera, es en centrar el objeto de estudio y definir con claridad escrupulosa los conceptos y términos que definan los fenómenos. La ciencia y las humanidades no pueden vivir al ritmo de la moda y los caprichos socio-políticos del momento; muy al contrario debe, fijar los universales o si se prefiere siguiendo a Kant definir las categorías de estudio.
Hoy en día se ha popularizado en el sector sanitario el término “humanización de la asistencia sanitaria”. En otro artículo ya defendí que de lo que estamos hablando es de una re-edición del humanismo Lainiano, re-actualizado y llevado al escenario de lo socio sanitario. Pues bien siguiendo este intento de aclaración, debo exponer que la humanización, es decir el humanismo socio-sanitario tiene su base en el estudio, investigación y potenciación de la “HOMOSFERA”.
A principios del siglo XX el pensador ruso Vladimir Vernadski utilizo el termino griego “noosfera” para definir la tercera etapa evolutiva del planeta tierra. En un primer lugar está la tierra inanimada (geosfera), posteriormente la vida biológica (biosfera) y en último lugar la emergencia de la cognición humana (noosfera). Esta teoría sería más tarde recogida por el teólogo, pensador y paleontólogo Pierre Teihard de Chardin, para dar soporte a su cosmovisión en la cual el universo es un continuo en evolución y las distintas etapas que se han sucedido desde la vida inorgánica (geosfera) evoluciono hacia la aparición de la vida (biosfera) y más adelante a la aparición del pensamiento lógico-racional (noosfera). Para Chardin estamos en la última fase evolutiva que eleva al hombre hacia lo espiritual y que el denomino “Cristosfera”.
Pues bien, yo recojo la teoría de Vernadski y Chardin y pienso que en este momento estamos en la fase evolutiva donde el ser humano debe profundizar en sus raíces humanas y si se me permite la expresión “ser más humano”. Por ello hablo de Homosfera para definir esa fase evolutiva que centra su interés en los sentimientos y emociones humanas en su relación consigo mismo, con los demás y con su entorno. Es por ello que si queremos estudiar y profundizar en los contenidos emocionales y afectivos de los profesionales socio-sanitarios y en cómo se relacionan con el objeto de su trabajo que son los pacientes, hablemos de HOMOSFERA SOCIO-SANITARIA. Por ello el objeto de mi interés está centrado en esta fase evolutiva del ser humano que llevara a este no solo a conocerse mejor a sí mismo, sino desde un plano interno y afectivo a sus semejantes.