Aparentemente no está documentada ninguna visita a España del escritor Alemán Hermann Hesse, autor entre otros de “El lobo estepario”, “Siddhartha” o “Juego de abalorios” y premio Nobel de literatura. Tampoco hay documentado ningún viaje a nuestro país del famoso psiquiatra suizo C. G. Jung, discípulo de Freud y padre de la psicología analítica, el inconsciente colectivo y el mundo arquetipal. Dos genios, uno del mundo de las artes y otro del ámbito de las ciencias, pero con bastantes temas comunes. Los dos autores tratan un tema recurrente en sus obras de arte y sus ensayos, la trascendencia del ser humano y su anhelo de lo absoluto. El ser humano debe de experimentar un importante desarrollo de su Ser en busca de su propia alma, la trascendencia y el conocimiento del si-mismo como herramienta para el conocimiento del mundo y de Dios. Un Dios, sin credo, ni religión, un Dios que es al mismo tiempo el cosmos, la vida y cada ser vivo que puebla este cosmos.
Es increíble que dos genios de la dimensión humana de Hesse y de Jung, no acudieran a nuestro país a impartir sus enseñanzas, encuentros y conferencias, puesto que sus obras tuvieron una gran aceptación entre el público de habla hispana y no solo sus libros fueron grandes éxitos de ventas, sino que sus obras fueron estudiadas y desarrolladas por múltiples intelectuales. Quizás los años de la posguerra española en su coincidencia con el culmen del éxito de nuestros autores, imposibilitó un más intenso e íntimo contacto con los maestros. No obstante ambos en sus retiros de Suiza seguían con interés la traducción y aceptación de sus obras en España. Es aquí donde aparece la figura de Miguel Serrano, diplomático chileno fallecido en el reciente año 2009. Miguel Serrano, no solo fue un hábil político y diplomático, sino que era un gran estudioso del mundo simbólico y mitológico, que reflejó en algunas interesantes obras suyas, como “Las visitas de la reina de Saba”. Serrano, mientras desarrolló sus labores diplomáticas en India o Yugoslavia, fue un “buscador” de la “tradición primordial”, en aras de encontrar las fuentes de la sabiduría eterna.
Serrano nos deja en un delicioso libro titulado “El círculo hermético” su relación con Hesse y con Jung. Siendo él un joven viajero frecuentó la casa de ambos autores en sus últimos años de vida. Nos deja un testimonio admirado y cariñoso de los dos grandes “magos”, como él los llamaba, dada sus características daimónicas. Él fue la conexión hispana de estos dos grandes hombres y su relación de amistad fue denominada por Hesse como el “circulo Hermético”, en clara alusión a la magia que entre ellos tres se estableció. Ahora tú puedes ser un miembro más de esta iniciática relación…