En estos días se está estrenando en Madrid la obra de Jose Luis Sampedro “La Sonrisa Etrusca”, que se ha versionado para el teatro y donde el protagonista principal lo interpreta el gran actor argentino, Héctor Alterio.
Siempre es un buen momento el estreno de una dramatización de una novela para, no solamente acudir al teatro, sino releer el texto original, apreciar sus matices, sutilizas y profundizar en el mundo imaginal del autor. Hace escasamente 1 mes tuve la suerte de estar con Jose Luis Sampedro en su casa, compartiendo una mañana agradable con él y su esposa Olga. ¡Que gran hombre, todo corazón, todo humildad y todo sabiduría!.
Este texto de Jose Luis, no fue el primero, pero fue el que le encumbró a la fama literaria y relata la experiencia de un abuelo con su nieto recién nacido. El abuelo campesino Calabres acude a la ciudad para despedirse, tiene la “rusca”, como llama él al cáncer que le está matando. El hombre brusco del campo, soldado de la resistencia en su juventud y apegado a la tierra, no sólo conoce a su nieto, sino que explosiona sus sentimientos y vuelve a conocer el amor de una mujer.
Un libro de emociones, un libro muy humano, un libro del que, como le comentaba yo a Jose Luis, todos los médicos deberíamos aprender en cuanto a las pasiones humanas, pues es un tratado el sentimiento. No solo lo recomiendo, sino que, desde mi punto de vista, es uno de los libros mas bellos de la literatura española contemporánea. Solo leyéndolo es cuando uno percibe con toda intensidad lo que el autor no se cansa de repetir: “SIENTO LUEGO EXISTO”