La llamada pandemia de obesidad en los países occidentales es especialmente preocupante en los niños, donde entre un 20-30% de nuestra población infantil presentan obesidad. Estas cifras son demoledoras, sobre todo si añadimos que de estos niños, la inmensa mayoría serán adultos enfermos, por la aparición de Síndrome metabólico, patologías cardiovasculares, etc.
Nuestros jóvenes y niños comen fundamentalmente mal y se mueven poco. Los hábitos nutricionales saludables brillan por su ausencia y la cultura del sedentarismo invade nuestros hogares y nuestra sociedad. Pero no olvidemos que, lo que nuestros hijos hacen, lo que aprenden de nosotros y de esa manera perpetúan un ciclo infernal e interminable. La dieta mediterránea que ancestralmente nos ha protegido desde hace milenios, ha sido sustituida por la dieta rápida, hipercalórica, ausente de verduras, frutas y pescado. El ejercicio regular ha sido sustituido por largas horas delante del ordenador, la TV o la videoconsola, y esto significa la degeneración e involución del ser humano, un ser preparado genéticamente desde hace milenios para ser nómada y comer poco. Contra la herencia no podemos actual (al menos de momento) y nuestra genética lleva miles de años preparada para que seamos seres resistentes, con gran gasto energético y una dieta frugal.
En los últimos años, el llamado “estado de bienestar” de las sociedades occidentales ha invertido la tendencia de ingesta y ejercicio físico que conllevarán drásticos cambios a niveles más profundos, que serán evidenciados, sino se pone remedio, en unas cuantas décadas. El aumento de prevalencia de patologías crónicas, como la diabetes, las cardiopatías, la degeneración osteomuscular, etc, es solo el anuncio de lo que está por venir. En este interesante artículo de Anales de Pediatría, se avanzan pautas y estrategias para que, desde nuestras consultas de Atención Primaria, pongamos coto a esta lenta y silenciosa epidemia que nos atrapa y nos mata.
Referencia artículo: Moreno, L.A.et al: Prevención de la obesidad desde la actividad física: del discurso teórico a la práctica. An Pediatr (Barc). 2012;77:136.e1-e6. – vol.77 núm 02
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