Todo el mundo es conocedor de la importancia y trascendencia de la comunicación en una sociedad altamente tecnologizada, donde las redes sociales, Internet y la gestión de la información son los dioses a los que rendimos culto de manera inexorable todos los mortales del planeta tierra. En la actualidad, una adecuada y correcta gestión de la información, es capaz de mover a las masas y poner a la sociedad contemporánea en una situación no vivida hasta ahora.
Al igual que en el proceso de globalización la información y las nuevas tecnologías han sido cruciales, éstas también han facilitado grandes cambios socio-demográficos y culturales. En la actualidad millones de personas pueden realizar en más de 30 ciudades del mundo una “manifestación antisistema”, igual que se pueden derrocar gobiernos, como es el caso de la “primavera árabe”; y así mismo se puede educar, crear tendencias, modas, fabricar personajes mediáticos, hacer marketing, difundir ideas y un largo etc. En definitiva, la gestión de los medios de comunicación y de la información en general, es uno de los principales catalizadores del cambio social y cultural en los países occidentales.
Quiero disculparme de antemano, pues mi caso es el de un profesional sanitario con funciones ocasionales como periodista y nada más lejos de mi intención que “usurpar”, las artes y oficios de esta distinguida profesión, tan crucial en la actualidad y al mismo tiempo tan mal valorada y percibida por nuestra sociedad. Pero es desde este interesante observatorio que me ofrece ser médico metido a “cronista sanitario”, desde el que quiero realizar algunas puntualizaciones sobre la gran importancia de la información en la salud y, aprovechando que es noticia la toma de posesión al cargo como Presidente de la Asociación Nacional de Informadores Sanitarios (ANIS), de mi buen amigo y mejor periodista Alipio Gutierrez, expresar algún deseo en alto. Siguiendo la cortesía de felicitar al Presidente y a todo su nuevo equipo de gobierno y desearle los mayores éxitos en esta interesante empresa, espero que el buen hacer de Alipio y su gente posicionen a ANIS en lo que debería ser, es decir una institución de prestigio que tenga una triple misión: Por un lado, no sólo la de informar sobre todo aquello que acontece en la actualidad de un sector como es el socio-sanitario, sino lo que es más importante, facilitar conocimientos, destrezas y aptitudes a los estudiantes y periodistas acerca de la salud, la sanidad y la ciencia en general, en sus diferentes vertientes: asistenciales, investigadoras, de gestión, etc. Igualmente importante es acercarse a los profesionales sanitarios para trasmitirles la trascendencia que tiene la comunicación en el ejercicio de su profesión, y no hablo solamente cara a la relación profesional-paciente, sino a la dimensión social del profesional sanitario, donde la comunicación, tanto verbal como escrita y electrónica, hoy en día se han convertido en herramientas fundamentales.
Espero y deseo que ANIS adquiera un compromiso con la sociedad y ayude y colabore de manera activa en eso que muchos hemos dado en llamar “cultura de la salud” y donde la alianza estratégica entre sanitarios, educadores e informadores, sea algo más que una necesidad, que represente un objetivo prioritario. Entre todos tenemos que colaborar a vertebrar una sociedad civil cohesionada y con un alto valor, no sólo ético y humano, sino saludable. Es mucho lo que queda por hacer, grandes las ilusiones y capaces los protagonistas. Sólo nos queda aprender de manera conjunta unos de otros y embarcarnos en una gran nave con un rumbo claro: una sociedad bien informada y unos informadores profesionales y éticos que trabajen en pro de sus propios valores, lo que sin duda tendrá su impacto en los valores de los ciudadanos a los que informan.
Publicado en Gaceta Médica, 18 de junio 2012