La humanización se entiende como la aproximación del sistema sanitario al paciente en una vertiente de calidad humana, potenciando la empatÃa y el abordaje integral. El paciente es la razón de ser del sistema sanitario y debe ser tratado como un ser humano, no como una enfermedad.
Para la Fundación Humans, la humanización representa el paradigma de la atención centrada en el paciente que aporta mejores resultados de salud, una mayor eficiencia en la prestación de servicios y una reducción en los costos asociados con la atención sociosanitaria.
Con este proceso, se busca mejorar la calidad de vida de los pacientes y promover una relación más cercana y empática entre los profesionales de la salud y aquellos a quienes atienden. Dos elementos clave en este proceso de humanización son la escucha activa y la participación real del paciente. Estos factores no solo transforman la experiencia del paciente, sino que también enriquecen la práctica profesional y contribuyen a un sistema de salud más eficaz y humano.
La escucha activa: un pilar fundamental
La escucha activa es una habilidad esencial para los profesionales de la salud que implica prestar atención de manera consciente y deliberada a las palabras, emociones y necesidades del paciente, más allá del hecho simple de oÃr.
El profesional debe validar las experiencias y sentimientos del paciente, y captar aspectos informativos, comunicativos y emocionales que pueden influir en el diagnóstico y tratamiento, sin perder de vista la construcción de una relación de confianza y respeto mutuo entre ambos. Este hecho, muy demandado sobre todo por los pacientes, implica adaptar las actuaciones terapéuticas de manera efectiva y personalizada, como quedó patente en el Análisis de Situación de los aspectos humanÃsticos de la atención sanitaria en España, realizado por la Fundación Humans.
Cuando los pacientes sienten que son escuchados, experimentan una sensación de reconocimiento y valor, con efectos en su bienestar emocional y psicológico, lo que a su vez puede influir positivamente en su proceso de curación o de convivencia con la enfermedad.
La participación real del paciente: empoderamiento y colaboración
La participación paciente en su propio cuidado es otro componente esencial de la humanización en el ámbito sociosanitario. Este enfoque reconoce al paciente como un agente activo en su proceso de salud, en lugar de un receptor pasivo de servicios, involucrándole asà en la toma de decisiones, respetando sus preferencias y valores, y fomentando una colaboración estrecha entre el paciente y el profesional de la salud.
Cabe mencionar que la participación del paciente tiene beneficios como el aumento de la adherencia al tratamiento, ya que los pacientes que participan en la toma de decisiones tienden a estar más comprometidos con su plan de cuidado. También mejora la satisfacción de la recibida, ya que es partÃcipe de las decisiones sobre su salud y bienestar, y reduce la ansiedad y el estrés al tener una comprensión más clara de su situación y de las opciones disponibles.
La combinación de la escucha activa y la participación real del paciente tiene impactos significativos en el ámbito sociosanitario: transforma la relación entre el profesional de la salud y el paciente; crea un ambiente de respeto, empatÃa y colaboración; mejora la experiencia del paciente ante su enfermedad; enriquece la práctica profesional diaria y proporciona una mayor satisfacción laboral, asà como un sentido de propósito.
En conclusión, estos dos puntos clave a tener en cuenta son factores transformadores en la humanización del ámbito sociosanitario. Estos elementos no solo mejoran la experiencia del paciente, sino que también enriquecen la práctica profesional y contribuyen a un sistema de salud más eficaz y humano.
Los profesionales de la salud tienen la oportunidad y la responsabilidad de incorporar estos principios en su práctica diaria, promoviendo una atención más empática, colaborativa y centrada en el paciente. Al hacerlo, pueden contribuir significativamente a la humanización de la atención sociosanitaria y al bienestar general de los pacientes.
José Antonio MartÃn Urrialde, vicepresidente de la Fundación Humans.